lunes, 4 de marzo de 2013

Grândola, Vila Morena

Portugal, otro de los damnificados de la liberalidad económica mundial, herida hasta lo más profundo de su convivencia, ruge, sale a la calle, grita y denuncia. Nuestros vecinos, por los que siempre he sentido un especial cariño, hacen lo mismo que una buena parte de la sociedad, asomarse a la revolución, a la insurrección. Los dos pueblos gritan contra el desorden mundial, contra los paniaguados, contra los recortes para los de siempre, aullamos contra las ayudas a multinacionales y bancos, desgarramos nuestra piel para que nuestros hijos tengan futuro, futuro significa presente, queremos su educación y sanidad asegurada, para ello sus abuelos y padres han trabajado y pagado impuestos como cualquier persona honrada y decente.
Una que no se entera.
Una que no se entera, como el corrupto partido al que pertenece, es una dirigente de Nuevas Generaciones, dice que no es de salir a la acalle, es mas de trabajar. Claro, esta es como los cristianos de la época nazi, cuando el, a la postre Papa Pío XII, los sojuzgo a la tiranía hitleriana, firmando con el führer un tratado internacional, dorándole la píldora, se pusieron a trabajar en vez de denunciar. Trabajaron en las SS, en la Gestapo y en los campos de exterminio. Mientras, en la calle, el pueblo, los desterrados y los judíos, y los gitanos y los homosexuales se desgañitaban contra un régimen que preveían de terror. Mientras el Vaticano, su líder y los obispos y curas alemanes, salvo dos o tres excepciones, como dice esta nulidad, eran más de trabajar.

El Partido Popular y algunas personas de bien, creen que trabajar lo es todo. Piensan que la esclavitud se abolió trabajando, o la igualdad de derechos de las mujeres se consiguió haciendo horas extras. Algunos petimetres piensan que el pueblo, la democracia, la justicia y la sanidad se consiguieron reduciendo derechos laborales y reduciendo salario. Qué pueriles. Todo, absolutamente todo, todo aquello que supone derechos para el débil y el pobre, arrancado unas veces a la iglesia otras a la realeza y otras a la nobleza y a la riqueza, se ha conseguido siempre con sangre, con mucha sangre, con cárcel, con palos, con solidaridad de los de siempre.

El ejemplo Griego.
En Grecia, fulminados por el rayo de Zeus reencarnado en Merkel, están zozobrando, entre mártires que se queman a lo bonzo y una parte de la sociedad luchando por la pura supervivencia. Desgraciadamente, la crisis, las penurias, son caldo de cultivo que gustan también al poder, al poder económico que al fin y a la postre es el poder real, le gusta financiar a gentuza, a demagogos que buscan en lo extremo la atracción del furor popular para canalizarlo, no contra el poder, contra el responsable, sino contra sus propios hermanos, contra aquellos que son más de protestar, mas de exigir contra aquellos que en definitiva están acostumbrados a sufrir para conseguir lo que se les debe. La extrema derecha irrumpe en las sociedades quebradas, gracias al dinero de la gentuza que trata de poner una barrera entre los pobres y su estado de riqueza inhumana. Con lo que ganó el 1% de la población, se podría acabar cinco veces con la pobreza mundial, buena cifra, pero incluso en crisis los ricos tienen sus propios guardaespaldas sacados de los mas desfavorecidos, el nazismo, el fascismo la exclusión se remueve para contener la rabia del desposeído.
En Italia más de lo de siempre.
Italia se aferra al descontrol político que la caracteriza. Descontrol que proviene desde que después de la segunda guerra mundial, el Vaticano, ese traidor  al pobre, aliado de siempre del fascismo, llamó a votar desde el púlpito contra el comunismo, contra aquellos que dejaron su sangre y vida en las carreteras de Mussolini, contra aquellos que fueron hombre y mujeres de honor que dijeron NO al fascio (en vez de trabajar por el fascismo, decidieron morir en su contra). La iglesia, con un miedo atroz a que sus privilegios se vinieran abajo y se constatara su responsabilidad en la masacre judía, construyó aquella monstruosa democracia cristiana, amalgama de advenedizos que hizo de Italia el país descontrolado y corrupto que es desde hace años. Sociedad civil y política caminan, tiempo ha, por sendas distintas, por eso Grillo, el comendatore, en definitiva, caos para que sea el propio caos el que acabe con la indignidad de pertenecer a un país donde la mafia es la única institución que sobrevive desde hace un siglo.

Esto es, por encima, la situación de los PIGS, así nos llaman en la Europa del norte, la Europa rica: Portugal, Italia, Grecia, Spain. Triste, la cuna de la democracia, la cuna de Aristóteles y Platón, la cuna del derecho y de la construcción civil, las grandes potencias que se lanzaron al ocaso para descubrir el resto de un planeta que permanecía oscuro a los ricos y opulentos hombres del norte. Cuatro naciones que han olvidado su pasado, que pierde su futuro y se ancla a un presente lleno de corrupción, robo y mentiras televisadas.
Pero por encima de todos, Portugal tiene un plus, tienen algo en lo que nos aventaja a Grecia, Italia y a nosotros mismos. Cuando el presidente o los ministros salen a algún sitio el pueblo, en vez de insultos y lloros, y gritos, simplemente canta, canta una canción. Pero, caray, ¡QUÉ CANCIÓN! La canción de la Revolución, de la revolución contra salazar, revolución limpia no sangrienta, una canción que unió a un pueblo y que ahora da fe y aspiración a los pobres: Grândola Vila Morena.
Pena no tener nuestra Grândola, sería mas llevadero este espolio y robo que estamos sufriendo, así, con una sonrisa y una lágrima gritaríamos a los que nos roban que son los que gobiernan, les gritaríamos alegres y cantando, nada tan demoledor como una canción que habla de libertad.
Lástima de no tener España su Grândola.
Letra de Grândola.
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
O povo é quem mais ordena
Dentro de ti, ó cidade
Dentro de ti, ó cidade
O povo é quem mais ordena
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada esquina um amigo
Em cada rosto igualdade
Grândola, vila morena
Terra da fraternidade
Terra da fraternidade
Grândola, vila morena
Em cada rosto igualdade
O povo é quem mais ordena
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Jurei ter por companheira
Grândola a tua vontade
Grândola a tua vontade
Jurei ter por companheira
À sombra duma azinheira
Que já não sabia a idade
Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
El pueblo es quien más ordena
Dentro de ti, oh ciudad
Dentro de ti, oh ciudad
El pueblo es quien más ordena
Tierra de fraternidad
Grândola, villa morena
En cada esquina, un amigo
En cada rostro, igualdad
Grândola, villa morena
Tierra de fraternidad
Tierra de fraternidad
Grândola villa morena
En cada rostro, igualdad
El pueblo es quien más ordena
A la sombra de una encina
De la que ya no sabía su edad
Juré tener por compañera
Grândola, tu voluntad
Grândola, tu voluntad
Juré tener por compañera
A la sombra de una encina
De la que ya no sabía su edad

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